Descansar en Dios

Lectura: Salmo 23

Vemos que el primer verso del salmo se centra en la tranquilidad de saber que Dios es nuestro pastor; quien nos cuida y nos provee lo que realmente necesitamos. Sin duda, todo lo que escape a nuestro control, entra en el control de Dios. Por lo tanto, el vivir preocupado es inútil y hace daño. Y así como uno aprende a preocuparse así también tenemos que aprender a vivir confiando en el cuidado de nuestro Dios.

En la clase de hoy, nos enfocaremos en el segundo versículo, donde habla del descanso y el reposo. Creer en Dios y descansar significa entregarle lo que está presionando. En Mateo 11:28-30 vemos diferentes tipos de fatiga. Podemos hablar de la presión emocional, de la carga y esa tristeza que lo lleva a uno a estar sentimentalmente abatido. Sin dejar de prestarle atención también al cansancio físico, por el cual comenzaremos a continuación.

El cansancio físico

Para discernir nuestro nivel de equilibrio en el péndulo del descanso o el cansancio, a continuación nos haremos las siguientes preguntas de reflexión:
• ¿Te han dicho que siempre te encuentras apurado y nunca tienes un momento para hablar con los demás?
• ¿Siempre tienes cosas que hacer? ¿Aún cuando deberías reposar?
• ¿Utilizas los días libres para reponer fuerzas y buscar a Dios? ¿O para adelantarse en el trabajo o continuar con actividades hogareñas?
• ¿Te sientes culpable cuando duermes?

Sin duda, es necesario que el cristiano tenga tiempo para encontrarse con el Espíritu Santo. Aunque nuestra cultura esté inmersa en un apuro constante, en algún momento del día tenemos que ir a adorar a Dios y estar quietos.

¿Por qué una persona trabaja más de lo que debería? Hay dos razones que a veces nos hace pasarnos de vuelta y que nos hace perder de vista la comunión con Dios:

1) La aprobación de los demás. A veces, puede ser que en lo profundo del ser se encuentre una necesidad por el reconocimiento de quienes nos rodean. Tal vez, esto lleva a trabajar tanto que se termina por descuidar la comunión con el Señor y también el estar con amigos y familiares. Lo cual nos deja en la soledad innecesaria. Esto puede deberse a alguna palabra que ha marcado el corazón y lleva a buscar el progreso para demostrar el valor. Sin embargo, el valor de tu vida no se rotula con respecto a lo que logras sino a quien eres. En Hebreos 1:1-4 Dios nos ha hablado a través de Jesús que volvió al cielo luego de haber hecho toda la obra y se sentó; habla de una misión cumplida al ver que su obra comenzó a tener fruto. La Biblia dice que debemos reposar. En Hebreos 4:1 las Escrituras afirman que el Señor espera que entres en su reposo a través de la confianza. Lo que Dios ha hecho por ti, es completo, por tanto el descanso equilibrado es una señal de madurez. Eres muy valioso, Dios te aprueba, descansa en Él.

2) El despertar la envidia. En Eclesiastés 4:4 el autor habla del trabajo y que en muchas ocasiones la motivación profunda es despertar la envidia de los demás. Ciertamente, esto no es bueno puesto que solo trae cansancio físico, emocional y espiritual.


El cansancio emocional o espiritual

Por tanto, es necesario velar por tres claves que nos ayudarán a poder entregar a Dios nuestras preocupaciones y recibir el alivio para nuestra alma:

a) Entender que tu culpa es perdonada. Dios quiere restaurar tu alma y la justificación trae paz. Todos somos pecadores pero ¿cómo tratas el tema de tus culpas? Si bien Dios quiere y tiene el poder para limpiarnos de nuestras faltas para darnos nuevas oportunidades, hay quienes, en lugar de enfrentar los errores y confesarlos, los ocultan. Esto no trae alivio sino que la carga aumenta.

El pecado cierra los cielos; la oración sin arrepentimiento no llega a Dios. Él quiere derramar su bendición sobre ti hasta que sobreabunde pero es necesario la confesión y el arrepentimiento (1 Juan 1:9). El negarlo no lleva a tener paz. Y también encontramos quienes no lo niegan pero sí minimizan sus errores creyendo que sus pecados son menores que los del resto. Y otros le echan la culpa a terceros por malas decisiones propias. Tampoco estos dos casos nos acercan al descanso del alma.

Este es un tiempo de libertad. Dios quiere traerte reposo y descanso a tu alma. En Romanos 3:23-24 nos habla de la clave para salir de aquí con paz. Todos la necesitamos, pues todos hemos hecho algo para ofender al Señor. Sin embargo la misericordia de Dios es tan grande, que en su eterno amor desea que seas limpio totalmente y para ello te anima al arrepentimiento y a la confesión sincera.

¿Cómo es que Dios nos perdona? En Colosenses 2 habla de cómo ha tomado todas tus culpas y las ha clavado en la cruz saldando tu deuda. ¿Cómo te sientes cuando terminas de pagar una gran deuda? Dios te quiere dar el mismo alivio. Tu deuda ha sido saldada. Dios te declara libre para su gloria!

b) Permitir que tus heridas sean sanadas por Dios. El pesar muchas veces también es producido, no por pecados sino por circunstancias de la vida. Un dolor que nos inunda y que no ha sido producto de un pecado. El Señor dice que aún en esos momentos Él quiere traer sanidad para el alma. Dios es tu pastor y desea cubrir tu tristeza o dolor para cambiarlo por la alegría que inunda el corazón. Él cuidará de ti.

c) Acceder a cambiar el rencor por el gozo. En Job 5:2 la Palabra de Dios afirma que no es de sabios guardar rencor. A menudo, la gente se mantiene amargada con quienes le han ofendido porque creen que le están provocando un daño como una especie de revancha. Es como decirle a Dios: “Déjame que de esta persona sé como vengarme”. Sin embargo, en Romanos 12:19-21 es el Señor quien mejor puede defenderte de tus agresores. Él es quien mejor aplica la justicia. Por tanto, entrega tu dolor en las manos de Dios y permite que tu rencor sea dejado atrás para darle lugar al gozo del perdón y la libertad completa!

Una oración sincera hace que se abran los cielos. Recibe esta palabra y declara que Él es tu Señor, el aliento de tu vida. Busca más de su presencia, no te quedes donde estás. Reflexiona si tu trabajo está haciendo descuidar a tus seres queridos. Busca el equilibrio entre el trabajo y el reposo. Y en lo espiritual, no niegues o minimices tus errores, es tiempo de buscar la libertad con un corazón sincero y arrepentido. Dios quiere darte alivio a tus heridas y dolores. Él desea transformar tu rencor en alegría! Descansa en Dios, tu pastor. Mensaje perteneciente al pastor Claudio Freidzon. Argentina.

1 comentario:

Rocio dijo...

Salmo 23 Descansar en Dios.

Realmente no habia alcanzado a comprender lo que es el descanso en Dios,
Ahora meditaré y reflexionare en este mensaje, que ha traido gran bendición y descanso a mi vida.
Gracias,
Rocio

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