Todo depende de tus decisiones

Hoy todo depende de tus decisiones. Tu destino es la vida eterna, porque ya has elegido a Jesús como tu Salvador y has creído en su resurrección. Eres perdonado. Y estos son los hechos que debemos conocer para luego tomar las acciones correctas.

¿Cómo no estar agradecidos? Si no nos merecíamos nada, pues estábamos muertos espiritualmente y por consiguiente eternamente, siendo esclavos del pecado.

Hoy la gente sufre porque, a través del error de Adán, el mal ha ingresado en la humanidad y se ha estado transmitiendo de generación a generación. Sin embargo (como bien se aclara en Romanos 6: 1-14) a partir de Jesús, tenemos la posibilidad de que nuestra naturaleza pecaminosa sea completamente transformada. Hoy podemos elegir y tener la fortaleza de permanecer en el buen camino. Ya no tenemos esa carga del pecado heredado.

Hoy puedes utilizar tus sentidos y todo tu cuerpo para adorar a Dios y agradarlo, en lugar de utilizarlo . ¡Qué hermoso es poder acceder a la presencia de Dios!
¡El pecado ya no puede dominarte sino que eres libre por tu decisión de seguir a Cristo! La maldición se ha cortado!

La verdad posicional y la verdad experiencial

Entonces, como decíamos anteriormente, hay hechos que han ocurrido que tenemos que conocer y hay acciones que debemos tomar. Cristo ha actuado y nosotros debemos decidir y creer. Porque sino, seremos como ese viajante que sufría el malestar de los lugares más incómodos del barco, cuando su boleto le reservaba la comodidad de la primera clase de la nave y él no lo sabía. Este hombre no entendía quien era y cual era la posición que tenía.

De igual manera, no vivas culpándote, no pienses que no mereces la bendición. Vive como lo que eres: un hijo de Dios! Y aquí aparece la diferencia entre la verdad posicional y la verdad experimental:Eres lo que Dios dice que eres, no lo que tus sentimientos o conclusiones indiquen.

Aunque no sientas la presencia de Dios, Él está a tu lado para levantarte, guiarte y bendecirte en abundancia. Estás en cristo, eres una nueva criatura, lo sientas o no. El Señor ya te dió lo que te dió. Como la vida cristiana es una cuestión de tomar lo que te corresponde, si no crees quien eres no vas a vivir en la abundancia que Dios ha dispuesto para ti. Es por eso que es necesario que dejes a un lado lo que sientes y que vivas según lo que Dios dice de tí.

Pablo habla del poder del pecado pero también habla del poder del perdón y de la gracia. Mereces una vida mejor y Dios así lo quiere. Aunque el pecado es como la gravedad, que siempre tira para abajo, la gracia es lo que te eleva, es el amor de Dios levantándote.

Pero ¿quién gana? ¿La gracia o el pecado? La gracia y la misericordia de Dios son mucho más poderosas que la fuerza del pecado. Cristo ha sido santo hasta la cruz y por eso la muerte no pudo con él. Hoy vive pues ha vencido para siempre las cadenas de esclavitud que encerraban a la humanidad. Tu libertad ya no depende de tu fuerza sino de tu fe. Y el pecado ya no te domina como antes. Puedes resistir, si así lo decides.

La santificación: tu presente

A partir del capítulo 6 de Romanos comenzaremos a hablar acerca de la santificación. La cual no depende de la religión sino de imitar el gran ejemplo de Cristo.

Nos encontramos entonces con tres fases:
1. La justificación (pasado): Esto tiene que ver con que ya somos aceptos por Dios. Él ya te ha declarado inocente, libre de la pena del pecado, por tu fe en Jesús.
2. La santificacion (presente): Se refiere a que Dios te da el poder para librarte del pecado (por más esclavizante que parezca). Y aunque ya tengas el poder de librarte o perseverar en el pecado, todo depende de tu decisión. Hoy tenemos el poder de resistir pero a veces no queremos hacerlo. Ahí se centra nuestra batalla en el presente.
3. La glorificación (futuro): Aunque hoy vivamos en un mundo limitado y lleno de males, la vida eterna es grandiosa e incomparable. Al apóstol Pablo no le preocupaban los problemas del mundo, y sabemos que tuvo que pasar hambre, humillación, violencia y maltrato de toda clase. Él consideraba que era algo momentaneo e insignificante comparado con la gloria que le esperaba en la eternidad (2 Cor 4:17). ¡Cristo no falla! Lo mejor para un cristiano es disfrutar para siempre del gozo y la paz eterna a los pies de nuestro Señor amado!

Si vemos en 1 Cor 10:13 podremos entender que lo que nos ocurra en esa Tierra, es pasajero y resistible. No es verdad que pecamos porque “no pudimos resistir” porque allí está siempre el Señor para darnos la forma de salir de cada situación que nos aflija. ¡El poder que está en ti es más grande que el poder del pecado! Tienes una nueva naturaleza en Cristo! Así como Él venció, tu puedes vencer en cada lucha. Y aunque no seamos perfectos, podemos ir mejorando cada día. Va a llegar el momento donde tu fidelidad, tendrá su reconocimiento.

Con respecto a las tentaciones, nos encontramos con tres formas de ser tentados:
1. El viejo yo, es la lucha con uno mismo
2. El mundo que nos rodea que a veces nos influencia para mal.
3. Satanás que anda como león rugiente, buscando tus debilidades para hacerte caer.

Antes no tenias lucha puesto que eras esclavo, ahora tienes la capacidad de resistir y vencer! Todos estos males entraron a la humanidad a causa de una mala decisión (Adán), sin embargo hoy por tu decisión, tu decides tu camino. ¿Cómo vencer? Reconociendo nuestra dependencia de Jesús y actuando como hijos de Dios. ¡Tu destino es un destino de victoria!

Cuando entendemos cual es nuestra posición, luego tenemos que actuar en consecuencia. Como decíamos anteriormente, una cosa es lo que eres y otra es lo que sientes. Aunque te sientas mal, en Cristo tienes todas las victorias. ¿Puede una persona tener una verdad y no experimentarla? Si. Hay cosas que Dios dice de tí y que debes apropiarte para vivir en victoria todos los días!

¿Qué dice Dios de ti?

En la Palabra se declara que somos más que vencedores, que nuestros errores han sido completamente perdonados, que somos libres y justificados, como si nunca hubiésemos caído en faltas. Estás cubierto por la justicia de Cristo.

El 1º de Enero de 1863 Abraham Lincoln firmó la proclamación de emancipación de los esclavos, un decreto que los hacía hombres libres. Sin embargo, lejos de su oficina, en las casas, esas personas todavía no lo sabían y continuaban con sus pesadas tareas. La posición de cada esclavo era que el presidente los había declarado libres, pero ellos continuaban viviendo sometidos.

Hoy muchas personas que siendo libres, viven cautivos de su pasado, la opinión de otros o sus mismos errores. Posicionalmente eres libre porque Cristo ya te ha hecho libre y más que vencedor. No sigas viviendo de acuerdo a lo que sientes. Dios dice cosas buenas acerca de ti.

Ya no estás bajo el dominio del infierno, sino que estás bajo la gracia de Dios, todo lo que Él tiene para tí, lo tienes que saber, creer y accionar. No te rijas por tus sentimientos; que lo experimentas no afecte tu posición. Dios ve bien aunque te sientas mal.

Pero, ¿esto me permite pecar más? No, porque los que hemos muerto al pecado, tenemos que valorar lo que Cristo hizo por nosotros. En Romanos 6:3, 6 y 9 habla acerca de ésto. Tenemos que saber lo que tenemos para cuidarlo y avanzar por más.

En Romanos 6:11 y 13 hay una palabra clave: muertos al pecado pero vivos para Dios. Cuando alguien es bautizado, simbólicamente es sepultado a una vieja vida y surge a una nueva.

Nosotros estamos en Cristo, esa es nuestra posición. ¡Nueva criatura eres! Al creer lo que Jesús hizo por tí estás dejando atrás una etapa de derrota. Considérate victorioso y las viejas reacciones quedaran atrás. Esa vieja naturaleza es parte del pasado y ahora hay una nueva naturaleza creada según Dios. Esto no sugiere que no cometeremos más pecados, sino que vamos a tener poder para no practicar lo que nos daña o daña a otros. 120 veces la Biblia menciona que estamos en Cristo. Hay un poder sobrenatural que te ayuda a vivir en victoria!

Considera lo que eres, no lo que sientes. Dale gracias a Dios por todo lo que ha hecho por ti. Por sus bondades y misericordias contigo. Pídele ayuda para entender tu posición en Cristo y caminar en victoria todos los días! Pastor Claudio Freidzon

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