En Proverbios 8:15,16, la Sabiduría está hablando, y dice que por ella los líderes gobiernan. La Sabiduría nos lleva a lugares de liderazgo, ¡y si queremos ser buenos líderes, necesitamos sabiduría y sentido común! La gente me pregunta constantemente: “¿Cómo ha sido capaz de construir un ministerio como el suyo?”. Les comparto un principio para el ministerio exitoso: uno de los aspectos más positivos de nuestro ministerio, la cosa que nos ha traído hasta donde ahora llegamos, es ¡el sentido común!.
Mi esposo, Dave, y yo usamos el sentido común en todo lo que hacemos en nuestro ministerio. Usted puede llamarlo “sentido común santificado”. No es meramente razón o lógica. Romanos 8:6 establece que la mente de la carne es sentido y razón sin el Espíritu Santo. Dave y yo nos esforzamos por no caminar según la mente de la carne, porque somos conscientes de que el sentido y la razón solos pueden causar muchos problemas. Nosotros buscamos el sentido común piadoso, lleno del Espíritu, santificado. Creemos que el sentido común nos guía a presentar un evangelio equilibrado. No compramos cosas si no tenemos el dinero para pagarlas. No contratamos gente si no podemos permitirnos pagar sus salarios. Sabemos que no podemos tratar de controlar a nuestros amigos si queremos conservarlos. Tenemos suficiente sentido común como para saber qué hacer para no meternos en problemas.
Vivir por el sentido común no es difícil realmente; sólo consiste en hacer lo que usted querría que los demás hicieran con usted. Pague sus cuentas en término; comuníquese apropiadamente; mezcle el aliento con la corrección para no quebrar el espíritu de una persona, son unos pocos ejemplos de buen sentido común.
A medida que use cada vez más sentido común, las cosas le irán cada vez mejor. No haga tonterías; pida a Dios sabiduría. Mientras eso ocurre, pídale que también lo ayude a usar el buen y santificado sentido común en cada circunstancia.
Joyce Meyer
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