Todo lo que necesitas ES A DIOS (mensajes de aliento)


Los que sueñan tienen que entender que hay que creer por provisión de parte de Dios todo el tiempo. Por eso Jesús enseñó a sus discípulos a orar diciendo: el pan nuestro de cada día, dánoslo hoy.
No te debe sorprender cuando el trabajo se termina, o cuando una relación se acaba, porque hay relaciones que son sólo para un tiempo. Los que vivimos por fe sabemos que cada mañana tenemos que creer por algo nuevo.
El problema de muchos que sueñan es que no son capaces de vivir en esas etapas de cosas temporeras, donde mañana tienen que volver a creer. Si tú vas a realizar tus sueños, tienes que estar dispuesto a entender que toda tu vida tendrás que creer por la provisión de Dios.
En los libros de Génesis y Exodo, vemos la manera diferente en la que Dios se le presenta al pueblo de Egipto y al pueblo de Israel. Al pueblo de Egipto se le presenta con mano fuerte, con plagas, insectos, ranas. Y dice la palabra que mientras en Egipto había obscuridad, en Gosén había luz. Los que murieron fueron los hijos del mundo, no los hijos de Dios. La muerte de los primogénitos no fue para los creyentes, sino para el mundo. Para el mundo, Dios fue muerte, mientras que para el pueblo de Israel fue vida.
El problema es que los cristianos muchas veces creemos más en el Dios que se presenta como muerte, porque vimos a Dios obrar en Egipto con muerte, pero no entendimos que aunque fue muerte para el mundo porque no le recibieron, para nosotros fue vida porque lo recibimos.
Lo que mata al mundo no te mata a ti. Lo que acaba con el mundo no acaba contigo.
Sin embargo, hay gente en la iglesia que fueron rescatados, y que han sido libertados, pero creen en el Dios de la muerte, de los problemas, el Dios que envió las garrapatas, los insectos, las ranas. Y sí, Dios las envió, pero ninguna de esas tocó tu vida, ninguna tocó al pueblo de Israel.
Cuando Dios sacó al pueblo de Israel de Egipto, Dios trató de enamorarlos dándoles todo lo que ellos necesitaban. Dios se mostró fuerte con el mundo, pero al pueblo de Israel le proveyó todo lo que necesitó. ¿Necesitaban agua? Les dio agua. ¿Necesitaban pan? Les dio pan. ¿Necesitaban carne? Les dio carne. Tenían frío de noche, y les dio fuego; y durante el día, una columna de nubes.
Había que creer cada día, pero había provisión.
El problema es que hay gente que nunca está satisfecha. Y por eso es que tienen hijos rebeldes, porque lo que han hecho es quejarse del Dios al que dicen servirle. ¿Cómo tu hijo va a querer servirle a un Dios que te ha maltratado?
En medio del desierto, sin darnos cuenta, en vez de recordar todo lo que Dios hizo, nos preguntamos si puede hacer algo más. Y lo grande es que no es tan sólo que puede, sino que él quiere; él lo que está esperando es que tú entiendas que él es el Dios que te provee día tras día.
El desierto ha sido caluroso, pero cuando ha habido calor, ahí ha estado Dios cubriéndote; has probado las aguas amargas, pero entonces Dios se convirtió en agua dulce para darte de beber. Deja de estar quejándote, porque entonces tus hijos no van a tener confianza en Dios, se van a olvidar de Dios, y no van a seguir sus mandamientos.
Tu nación tiene que entender que el Dios al que tú le sirves es un Dios que provee en el desierto, él pone mesa en el desierto. Quisás para el mundo él ha sido muerte, pero para ti él ha sido vida, prosperidad, bendición, salud. El es el que provee para tus sueños, el que te da agua cuando necesitas, él es el que te da pan cada mañana, el que te da codornices cuando quieres comer carne, él es el que te cuida por la mañana y te cuida de noche, y camina contigo, y no importa el problema que llegue a tu vida, él siempre tiene una solución, y quisás pasarás por el desierto por un tiempo, pero Dios siempre ha prometido que cuando salgas del problema saldrás mejor que como entraste.  
Deja de preocuparte porque lo que tienes hoy se esté acabando, porque siempre los que sueñan tienen que creer. Deja de cuestionar si Dios puede poner mesa en el desierto. Los que soñamos creemos que Dios provee todos los días. Y los que soñamos sabemos que Dios es todo lo que necesitamos. Cuando hemos necesitado agua, él ha sido agua; cuando hemos necesitado fuego, él ha sido fuego.
Has pasado momentos difíciles, pero Dios siempre ha estado ahí.
No pierdas la esperanza, no pierdas la fe. Cuando Dios te da un sueño, cuando te da una visión, él te va a proveer. Va a haber momentos duros y difíciles, pero la mano de Dios va a cuidar de tu vida, mañana, tarde, y noche. La provisión va a llegar a tiempo. Dios te va a abrir puertas, y te va a posicionar en el lugar correcto, cuando dejes de quejarte.
Lo que detemina tu futuro no son las injusticias que hagan contigo, sino la manera en la que reaccionas a ellas.
Puede que hayas estado tomando las decisiones correctas. Daniel también las tomó, y cayó en el foso de los leones. Tuvo un aparente mal resultado, de una buena desición. Las buenas decisiones no evitan las malas consecuencias por las injusticias del mundo. Deja de estar reclamándole a Dios lo bueno que has sido, como para tener tanto problema.
No dejamos de servirle a Dios porque no nos haya sacado del foso de los leones, sino que le servimos porque cuando caímos en ese lugar, él fue el único que se metió con nosotros.
El mundo necesita confianza, recordar a Dios, y seguir sus mandamientos, pero no lo va a hacer hasta que haya un pueblo que diga a viva voz que Dios ha puesto mesa en el desierto para nosotros, y ha sido todo lo que hemos necesitado.
Dios no te va a decir que quiere hacer algo contigo, y no darte lo que necesitas para hacerlo.
La esclavitud que estás viviendo hoy no va a ser para toda la vida, y cuando salgas, vas a salir mejor que como cuando entraste. Si por una injusticia del mundo quisieras salir corriendo, y alejarte de Dios, recuerda que él ha sido el único dispuesto a meterse contigo, donde más nadie quiere entrar.
No te desanimes. Sueña en grande. Dios va a proveer.
Cristo no prometió una vida libre de problemas, él lo que prometió fue victoria a pesar de los problemas.
Lo que Dios haga contigo, dícelo a todo el mundo. A algunos les dará envidia, y así sabrás quienes son tus amigos. Pero a otros les dará fe para creer que Dios puede poner mesa en el desierto.
Mensaje escrito por el pastor Otoniel Font

No hay comentarios:

Seguidores