Aprendiendo a recibir Amor


Creo que todos nosotras hemos tenido numerosas oportunidades de escuchar lo que dice la Palabra de Dios respecto al “ Dar ”. Hoy quisiera compartir con ustedes algunas lecciones del “Recibir ”. ¿Les gusta la idea?. Seguro que si. ¿A quien no le gusta recibir? Aunque la pregunta parece obvia, sin embargo, muchas veces no estamos preparados para recibir. Saber Recibir es importante porque determinará mi capacidad para Dar. Según cuanto yo haya sido capaz de recibir, seré rica y capaz para poder dar.

¿Y que es lo más importante que yo debo aprender a recibir en mi vida?:

-El Amor de Dios en mi corazón y dejarlo fluir en mi hacia los demás-

Sabemos porque la Palabra de Dios lo dice, que cuando el amor de Dios fluye, este cubre multitud de faltas y no vemos lo malo en los demás sino solo lo bueno.

¡Díganme si no seriamos más felices!!!. No nos será difícil dar amor a los demás, aunque sean difíciles de amar, si nosotros somos capaces de recibir amor..

Veamos la actitud de una persona en la Biblia, que supo dar amor, pero que en un principio, no fue capaz de recibirlo. Y esta actitud produjo dolor y falta de consuelo en ella y en la única persona que justamente estaba a su lado y quería ayudarla. Este personaje fue Noemi. Ella dijo: Rut 1: 21 “Yo me fui llena, pero Jehová me ha vuelto con las manos vacías ...”. Pensamos ... ¿Como podía decir esto Noemi, con semejante declaración y muestra de amor que le había dado su nuera, habiéndolo dejado todo, para estar a su lado, cuidarla, acompañarla y sustentarla?.

Cuando ella decía así ¿que habrá pensado Rut?: -¿Y yo que soy?, ¿No valgo nada para ella, que se siente con las manos vacías?. No hacia mucho, su nuera Rut, le decía: Rut 1: 16-17-18 “Respondió Rut: No me ruegues que te deje, y me aparte de ti; porque a donde quiera que tu fueres, iré yo, y donde quiera que vivieres, viviré. Tu pueblo será mi pueblo, y tu Dios mi Dios. Donde tu murieres, moriré yo, y allí seré sepultada; así me haga Jehová, y aun me añada, que solo la muerte hará separación entre nosotras dos. Y viendo Noemi que estaba tan resuelta a ir con ella, no dijo mas”.

Podemos deducir que Noemi fue muy buena con su nuera Rut, y que le dio mucho amor, por la actitud tan cariñosa de Rut, ella no quiso desprenderse de su suegra y la trato como si fuera su madre, es notorio cuanto la ama. Pero sin embargo, la tristeza no le permitió a Noemi ver cuanto la amaba su nuera, y esta actitud de Noemi, fue egoísta y seguramente no se daba cuenta, aunque no lo hacia conscientemente, producía mas carga y sufrimiento en el corazón de esta pobre joven que con tanto amor se sacrificaba para conseguir el sustento para ella y para su suegra. Sabemos que Rut estaba triste porque cuando Booz, la halaga por su bondad y le dice - Jehová recompense tu obra y tu remuneración sea cumplida de parte de Jehová-,

Rut le contesta, habriendole su corazón a Bozz y le dice:

Rut 2: 13 “Y ella dijo: Señor mío, halle yo gracia delante de tus ojos, porque me has consolado, y porque has hablado al corazón de tu sierva, aunque no soy ni como una de tus criadas”

Que hermosa lección podemos aprende de Rut, ella no desistió de amar, porque no olvido el amor que había recibido de su suegra. Dios la consoló a través de la palabras de Booz, un hombre temeroso de Dios, y ella recobró fuerzas para seguir amando, y el Señor le recompenso este amor.

Noemi se dio cuenta, que no había vuelto con las manos vacías, sino que tenia a su nuera que la amaba, reaccionó, recibió, y pudo dar mas aun, amo y crío el nieto que Rut le dio, cuando se caso con Booz, por consejo de su suegra. Pero por sobre todas las cosas, por recompensa de Dios.

Las mujeres de Jerusalén decían a Noemi el día que nació el hijo de Rut:

Rut 4: 14-15-16 “Y las mujeres decían a Noemi: Loado sea Jehová, que hizo que no te faltase hoy pariente, cuyo nombre será celebrado en Israel; el cual será restaurador de tu alma, y sustentara tu vejez; pues tu nuera, que te ama, lo ha dado a luz; y ella es mas valor para ti que siete hijos. Y tomando Noemi el hijo, lo puso en su regazo, y fue su aya”.

Lucas 6: 38 V. Reina Valera: “Dad y se os dará, medida buena, apretada, remecida y rebosando darán en vuestro regazo; porque con la misma medida con que medís, os volverán a medir”.

Versión Popular: “Den a otros, y Dios les dará a ustedes. Les dará en su bolsa una medida buena. Apretada, sacudida y repleta. Dios los medirá a ustedes con la misma medida con que ustedes midan a otros”.

V. Parafraseada: “... porque el que da recibe. Lo que des regresará a ti en medida buena, apretada, remecida para que quepa más, y rebosante. Con la misma medida con que midas lo que das, medirán lo que te devuelvan”.

V. Internacional: “Den, y se les dará: se les echará en el regazo una medida llena, apretada, sacudida y desbordante. Porque con la medida que midan a otros, se les medirá a ustedes”. Dra. Noemi Cuffia de Basbus.-

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