Los 3 días de Abraham - CLIC ->>


Genesis 22:1-17”Aconteció después de estas cosas, que probó Dios a Abraham, y le dijo: Abraham. Y el respondió: Heme aquí. Y dijo: Toma ahora tu hijo, tu único, Isaac, a quien amas, y vete a tierra de Moriah, y ofrécelo allí en holocausto, y se levantó, y fue al lugar que Dios le dijo. Al tercer día alzo Abraham los ojos, y vio el lugar de lejos….”. Abraham después de recibir la promesa, es decir, a su hijo Isaac, Dios lo probó ordenándole que ofreciera en holocausto a su hijo, evidentemente la prioridad de Abraham había cambiado, colocando a su hijo por encima de Dios, por ejemplo Abraham antes de tener a su hijo, al lugar donde llegaba levantaba un altar a Dios, pero después de obtener la promesa no levantó más altares, ahora hacia comilonas como la que realizó el día que su hijo fue destetado (Genesis 21:8” Y creció el niño, y fue destetado; e hizo Abraham gran banquete el día que fue destetado”. Volviendo al pasaje que leímos primeramente, Abraham salió al sitio que Dios le había indicado para que sacrificara a su hijo, dice el verso 4 que al tercer día de camino Abraham alzo sus ojos y vio el lugar, mucho se dice acerca de estos tres días de camino al sacrificio de su hijo, por ejemplo que debieron ser días de decisión, que estuvo angustiado durante esos días, con ganas de devolverse, etc., pero, veamos lo que dice la palabra acerca de esto. Hebreos 11:17-19 ”Por la fe Abraham, cuando fue probado, ofreció a Isaac; y el que había ofrecido las promesas ofrecía a su unigénito, habiéndosele dicho: En Isaac te será llamada descendencia; pensando que Dios es Poderoso para levantar aun de entre los muertos, de donde, en sentido figurado, también le volvió a recibir” , Abraham, llamado amigo de Dios, el padre de la fe, el patriarca, como mencionamos anteriormente había cambiado su actitud para con Dios, ahora su hijo era su primera bendición, pero encontramos que durante esos tres días por la fe proclamó que Dios podía levantar a su hijo de los muertos, proclamando que Dios era poderoso para eso, incluso le dijo a su hijo Isaac también durante esos tres días que irían allí para adorar y que volverían, esto quiere decir, que en esos tres días Abraham volvió a ser el hombre de fe que era antes de que Dios le diera la promesa, volvió a ser aquel de quien se escribió que creyó en esperanza contra esperanza, aquel que no se debilitó en fe cuando consideró que su cuerpo estaba casi muerto, volvió a ser el hombre que levantaba altares, volvió a ser el padre de la fe, el amigo de Dios, tal vez desde hace tiempo (años, meses, semanas, etc.), eras un hombre o mujer de Dios de gran fe y celo por las cosas de Dios, con puertas abiertas, favor, pero ahora ya has perdido el deleite en Dios, el primer amor, se han cerrado los cielos y hay como una oscuridad en tu vida, y aunque tal vez al parecer estas muy bien ante el mundo resulta que no es asi, sabes que no es cierto, simplemente no eres el mismo o la misma, pero, también es cierto que lo que estas o has estado pasando en estos “tres días” de prueba no es para destruirte sino para que te vuelvas a levantar en fe y busques el rostro del Señor, para que vuelvas a ese primer amor, para que vuelva el favor, la bendición, la unción fresca etc., ese camino o esos tres días siempre tendrán un final de bendición si volvemos el rostro a Dios y nos arrepentimos, y en lugar de pérdida tendremos abundancia en medio de lo imposible, como sucedió en el pasaje de Genesis 22:23, con el carnero que proveyó Dios sobrenaturalmente.

Genesis 22:16-19 “Y dijo: por mí mismo he jurado, dice Jehová, que por cuanto has hecho esto, y no me has rehusado tu hijo, tu único hijo; de cierto te bendeciré, y multiplicare tu descendencia como las estrellas del cielo y como la arena que está a la orilla del mar; y tu descendencia poseerá las puertas de tus enemigos. En tu simiente serán benditas todas las naciones de la tierra, por cuanto obedeciste a mi voz”. Quiero que recuerden que años atrás como lo podemos ver en Genesis 12, 13 ,15 y 17, ya Dios le había prometido lo mismo a Abraham, es decir, que su descendencia seria como las estrellas, que serian en el benditas todas las familias de la tierra, etc., y aquí Dios se lo vuelve a jurar o si lo prefieren a repetir, aquí encontramos la importancia de nunca perder la perspectiva, de siempre dejar que el Espíritu Santo nos ensene, nos consuele, nos ministre, nos guie a toda verdad cada día, aunque hayamos recibido grandes y preciosas promesas estas podrían no cumplirse. Este pasaje nos muestra además claramente que para Dios lo primero es que le amemos y no solo lo que podamos hacer para su obra, Abraham estaba cuidando y criando bien a su simiente, de donde Dios iba a levantar un pueblo grande, es decir, estaba haciendo la obra de Dios porque para eso lo llamo Dios, y ni por eso Dios dejó pasar que Abraham desviara su mirada de Él, ten en cuenta que aun cuando fue el mismo Dios quien te ha dado ese ministerio, empleo, empresa, familia, etc., es el mismo Dios que no aceptara que pongas esas bendiciones por encima de Él. Si te volvieres hoy, en tu prueba, en tu oscuridad, en tus tres días, aunque todo anuncie muerte o incluso haya muerte en algún área habrá resurrección para tu vida. Ese altar que estaba levantando Abraham con su hijo yo lo llamo el altar de arrepentimiento, donde le estaba diciendo a Dios tú eres justo y todo sabes, recuerden que el arrepentimiento es lo que le abre el camino al señor para que llegue a tu vida y te bendiga.

Adicionalmente, quiero resaltar que Dios no solamente le volvió a repetir la bendición a Abraham, sino que también le aumento la bendición, cómo?, cuál?, acompáñenme nuevamente a Genesis 22:17”….y multiplicare tu descendencia como las estrellas del cielo y como la arena que está a la orilla del mar, y tu descendencia poseerá las puertas de tus enemigos”, dentro de la bendición que Dios le había dado a Abraham nunca le había dicho que su descendencia poseería la puerta de sus enemigos, es decir, después de que Abraham se arrepintió y le demostró a Dios que él era lo primero vino más bendición. Estimado hijo o hija de Dios no tomes en cuenta la oscuridad de tus tres días, si te vuelves a Dios aunque creas que ya no eres digno (a) de las promesas de Dios, sucederá que Dios no solo te confirmara lo que te ha dicho sino que también añadirá nueva bendición, vendrá vino nuevo para tu vida, tendrás esperanza, otra vez Dios hará grandes cosas contigo, Él no es hombre para que mienta ni para que se arrepienta.

Genesis 22:12” Y dijo: No extiendas tu mano sobre el muchacho, ni le hagas nada; porque ya conozco que temes a Dios, por cuanto no me rehusaste tu hijo, tu único”. En este verso resaltare con mucho énfasis lo que Dios le dijo a su amigo, recuerden además que un día Dios había dicho que no le iba a esconder a Abraham el secreto de la destrucción de Sodoma y Gomorra (Genesis 18:17-19” Y Jehová dijo: Encubriré yo a Abraham lo que voy a hacer?.....), sin embargo, en este pasaje Dios ahora conocía que Abraham le temía, es decir, que le amaba. Con esto podemos y debemos aprender que aunque un tiempo atrás, o incluso el día de ayer hayamos tenido una comunión intensa con Dios, y El haya dado testimonio de nuestra fidelidad, el Espíritu Santo claramente nos ensena que todos los días debemos amar a Dios, del ejemplo nada más y nada menos del amigo de Dios (Abraham) debemos aprender a amar a Dios y buscarle, hoy, mañana, pasado mañana, el año que viene, dentro de diez años, y hasta que Dios nos llame. Nuestra condición espiritual no se mide por el pasado sino por hoy.

“Los tres días” te pueden alejar definitivamente o te pueden volver a Dios como fue el caso de Abraham. En tres días nuestro Señor y Salvador Jesucristo venció la muerte, resucitando, es probable que te sientas en sombras de muerte, en lo más bajo de la tierra, pero no temas por lo que estás pasando no es para muerte sino para resurrección. La palabra dice que Dios nos prueba, todos hemos pasado y pasaremos nuestros tres días, Jonás los pasó literalmente en el vientre de un gran pez, y aun de allí lo saco Dios, de cualquier situación puedes salir victorioso, rindiéndote a su voluntad. Los que salen victoriosos de la prueba reciben siempre mayor bendición, recuerden a Job y Daniel y sus compañeros. Salmo 23:4 “Aunque ande en valle de sombra de muerte, No temeré mal alguno, porque tu estarás conmigo; tu vara y tu cayado me infundirán aliento”

Rafael J. Millán R. Venezuela. mail: ra_millan@yahoo.com | @RAFAELYJOSELIS

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