¿Qué es el temor?
Es un sentimiento perturbador provocado por algo que se considera dañoso, arriesgado o peligroso.
En el mundo en que vivimos es moneda corriente que sucedan cosas que nos causen temor, aunque hay muchas clases de temores, diferentes estudios indican que en mayor medida el temor se manifiesta hacia el futuro.
Según una encuesta realizada para ver que palabras provocaban más temor en las personas se detecto en los primeros lugares a las palabras:
Desempleo con el 34 %.
Guerra con el 28 %.
Pobreza con el 21 %.
SIDA con el 11%.
El temor esta relacionado con cosas negativas, es una forma de sufrir, un proverbio chino dice: “El que teme sufrir, sufre de temor”, otra frase dice: “El que teme es un esclavo.” (Lucio Séneca). Podemos relacionar también al temor con: duda, incertidumbre, pánico y confusión; seguramente estos sentimientos se manifiestan de manera parecida o conjunta con el temor. La persona que teme no espera cosas buenas y a menudo es propensa a que lo malo suceda, como dice en el libro del personaje Job (3:25) “Porque el temor que me espantaba me ha venido, y me ha acontecido lo que yo temía.”
Podríamos enumerar basta cantidad de temores, por ejemplo Temor a:
La muerte.
Al fracaso.
Al divorcio.
Al abandono.
A la soledad.
A las personas.
A que nos sean infieles.
A ser defraudados.
A los accidentes y tragedias.
A los robos y delitos.
A La vejez.
A la enfermedad.
A lo desconocido.
A la pobreza y desempleo.
En definitiva, el temor es algo muy desagradable, y entonces ¿Cómo podríamos contrarrestarlo? El sentimiento que se le opone al temor es en primer lugar: La confianza, el hecho de estar confiados, seguros, tranquilos y serenos, disipa el temor. Ahora bien, si la confianza disuade al temor, si este es el antídoto a emplear, la salida estaría solo en poder adquirir confianza. Necesitamos confianza verdadera y genuina en todas las cosas, en lo que emprendemos, en las relaciones, en nosotros mismos, en toda circunstancia de la vida misma; pero:
¿Cómo adquirimos verdadera confianza?
En toda situación podríamos tener confianza, tenemos que desarrollar la confianza y remover todo aquello que nos impida confiar. Siempre habrá un motivo para temer, si nos ponemos a pensar en riesgos que podamos correr, continuamente estamos expuestos al peligro, a la desilusión y al temor.
Queda claro que este mundo no es tan seguro, aun las ciudades mas potentes y “seguras” del planeta han sufrido increíbles atentados que doblegaron y burlaron todo su poderío. Barcos como el Titanic, que presumían de ser “El mas grande y seguro de su época” terminaron en impresionantes desgracias; bancos que son saqueadas sus cajas fuertes a pesar de todas las barreras de seguridad, barrios cerrados (countryes) que llamativamente son los lugares mas seguros también son jaqueados por ladrones. Claro que no se pretende ser fatalista o pesimista, ni hacer una apología de la imprudencia, pero no podemos negar que estos riesgos estuvieron y están presentes continuamente.
En verdad ¿Dónde encontramos la más firme seguridad?, ¿habrá algo en lo que podamos descansar con total plenitud y confianza?, ¿Se puede vivir realmente en tranquilidad?, ¿puede el hombre ser verdaderamente feliz? La respuesta es: ¡Si!, existe una forma en que podemos vivir plenamente, con paz y seguridad, en la que el hombre encuentra el verdadero sentido a la vida, lleno de plenitud interior y fortaleza, sin depender de las circunstancias externas, esa respuesta solo nacerá en nuestro ser interno. No podremos manejar lo que esta fuera de nosotros, pero si podremos controlar lo que esta dentro, en nuestra alma.
Jesús fue quien enseño los principios mas poderosos de la fe para el hombre, la biblia dice que Jesús es el “Iniciador y perfeccionador de nuestra fe” (hebreos 12:2) si queremos vivir en confianza y bienestar miremos que nos dice Jesús. Él dedico su vida a transmitir y elevar la fe de las personas. Encontraremos en Él verdadera paz y tranquilidad.
¿Cómo recibimos esta confianza?
En el libro de San Marcos capitulo 11 verso 22 Jesús graficó un gran principio, dijo:
“Tengan fe en Dios
Les aseguro que si alguno le dice a este monte: 'Quítate de ahí y tírate al mar, creyendo, sin abrigar la menor duda de que lo que dice sucederá, lo obtendrá.
Por eso les digo: Crean que ya han recibido todo lo que estén pidiendo en oración, y lo obtendrán.”
¡Que impresionante declaración!, este es el principio de la fe, si creemos a lo que Dios nos dice por medio de la biblia sin dudar Él podrá hacer maravillas a nuestro favor. No hay confianza y seguridad tan grande como la que podamos tener en Dios, la mayoría no lo experimenta porque no lo conoce. De alguna manera limitamos el amor de Dios cuando no le creemos. Si por medio de la biblia Dios nos habla y no le creemos, nada sucederá, es como cerrarle la puerta. Pero si le creemos es entonces que la fe desata Su poder. Dios es amor, Él es fiel, Él nunca nos fallará si en verdad de todo corazón le creemos. Llenara nuestro corazón de fortaleza, nuestro ser interior de confianza para seguir adelante. Volvamos nuestra mirada hacia Él, hablémosle, pidámosle y será un refrigerio para nuestra alma. Recuerda: si le pides con corazón sincero, ten por cierto que no te negará su ayuda.
Cuando estés desalentado dile a Jesús: “Señor en ti confío, ¡Ayúdame!”, cuando tengas temor, vuelve tu corazón y tu fe hacia Él y dile: “Señor Jesús, tu eres mi seguridad”. Cuando estés perdido dile: “Dios, tu eres mi guía”, en momentos difíciles habla con el corazón y pon tu confianza en Él y dile: “!Dios mío!, tu eres mi salvador, Señor Jesús, ¡sálvame de este problema!.
En el salmo 121:7-8 hay una promesa de Dios con respecto a los que confían en Él:
“El Señor te protegerá;
de todo mal protegerá tu vida.
El Señor te cuidará en el hogar y en el camino,
desde ahora y para siempre.”
Jesús dijo: “Yo soy el camino, la verdad y la vida y nadie viene a Dios el Padre sino es por mí.” (San Juan 14:6), Jesús por amor a ti, murió en la cruz para perdonarnos de todo aquello que hemos hecho equivocadamente y nos separaba de Dios, Él dijo que es la puerta que lleva a una vida eterna de alegría y felicidad que comienza ahora y continua en toda su plenitud luego que partamos de este mundo. Este es un tiempo en donde encontraremos oportunidades para hacer el bien, para arrepentirnos de todo lo malo, es un tiempo donde es probada nuestra conducta, donde Dios nos llama con amor para que nos acerquemos a Él con corazón sincero. Como dice:
Hebreos 4:16:
Acerquémonos, pues, confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro.
Y Hebreos 13:6:
“De manera que podemos decir confiadamente: El Señor es mi ayudador; no temeré Lo que me pueda hacer el hombre.”
Si quieres tener la seguridad del amor y la protección de Dios en tu corazón repite esta oración en voz alta y con todo tu corazón, según lo que nos dice la biblia (romanos 10:9):
“Señor Jesús, te entrego mi vida, te abro las puertas de mi corazón, te recibo como mi Señor y salvador personal, ayúdame cada día a superar los problemas, a confiar más en ti, a conocer tu amor, perdona todos mis pecados, dame vida eterna, gracias Dios padre por tu salvación y perdón, en el nombre de Jesús, ¡Amen!.”
Esteban Correa
www.luminares.com.ar
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