Por Silvia Razonges - silvia_razongles@hotmail.com En Facebook Clic
Cuando no podemos crecer espiritualmente a un nivel superior o avanzar a la próxima meta, es porque nuestras emociones se han detenido en una situación del pasado y que nos frenó por años.
Si ves que los de tu alrededor van alcanzando propósitos grandes y vos tenes esa sensación que empujas montañas y no se mueven o tu mente está embotada y tus pasos son muy lentos es porque estás llevando tu pasado sobre tus espaldas.
Dice Dios en su palabra "¿andarán dos juntos si no estuvieren de acuerdo?". Amós 3:3, pues bien esto enseña que tu presente y tu pasado no pueden estar juntos porque el pasado interrumpe tu progreso en el futuro.
Si algo no te sirve más, tenes que dejarlo atrás donde corresponde, en el pasado; si ese "algo" te sirvió antes, pero ahora ya no tiene sentido en tu vida, entonces ¡suéltalo yá!
Quizás tuviste desilusiones, te han traicionado, o a quien le depositaste toda tu confianza falló, pasaste por abandono, soledad y amargura etc. Suéltalo yá!...
Puede que tu vida haya sido todo lo contrario y lo que viviste fue bueno y crees que "todo pasado fue mejor" ,pues déjame decirte que Dios decretó para sus hijos y prometió que nuestro futuro va en crecimiento, o sea de gloria en gloria y de poder en poder.
Por último si te enseñaron que la vida es para ser sufrida y solo avanzan unos pocos porque son "los elegidos", esas son creencias limitantes, es novela de ficción, porque Dios nos escogió y nos llamó a todos a su propósito, por lo tanto desiste de cualquier paradigma, de costumbres y enseñanzas caducas y situaciones negativas ¡suéltalo yá!, y entrégalo a Dios para que él trabaje; cerrando la puerta de tu ayer, viviendo con él en tu hoy, para que tu mañana sea de logros y crecimiento en todas las áreas.
No derroches el tiempo pensando en lo que pasó, sino invertí tu tiempo en el mejoramiento y desarrollo de tus emociones, usando tu poder creativo que está en tu interior y verás que nada hay que te sea difícil, porque lo imposible lo hace Dios.-
Por Silvia Razonges - silvia_razongles@hotmail.com -
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