Es mejor morir por algo que vivir por nada

Es mejor morir por algo que vivir por nada. Hace un par de años atrás fui invitado a la bella ciudad de Albacete, provincia de la Mancha, España, a dictar una serie de conferencias sobre liderazgo, mi anfitrión tuvo una idea totalmente atípica, me coordinó una tarde en un asilo de ancianos, todavía puedo recordar que al llegar allí, me encontré con unos 90 o 100 ancianos de ambos sexos, creo que el más joven tenía 90 años. Estando frente a ellos, y observando sus rostros arrugados, sus ojos vidriosos, perdidos en el horizonte, con una expresión de estar ausentes del lugar, comencé a hacerme unas preguntas: ¿De que puedo hablarles?, ¿De finanzas?, ¿De matrimonio?, ¿De un mañana glorioso?, y varias preguntas mas, lo cierto es que fue muy complejo. Opte por contarles chistes, hablarles de mi país y lo demás no me acuerdo, eso duró como quince minutos, y solo tenía la sensación que el único que me escuchaba era mi anfitrión.

Es mejor morir por algo que vivir por nada

Cuando me retire del lugar, vino a mi mente un libro que escribió la Dra. Hüble Rooss, acerca de un seminario que ella creó para estos ancianos y enfermos terminales que están por morir, ella les enseña a morir con alegría, les enseña a organizar su funeral, como por ejemplo el tipo de féretro que prefieren, las personas que desearía que hablarán en el cementerio, etc. Al final del seminario ellos dan un examen y la pregunta más significativa es la siguiente: ¿Si usted tuviera la oportunidad de volver a vivir, que cosas haría que no hizo durante su vida?, la respuesta de la mayoría sorprendentemente es la misma: “Me arriesgaría más a hacer cosas que no hice”.

Regresemos al pasaje bíblico de Mateo 25, el siervo inútil le digo a su señor, tuve miedo al riesgo, el señor lo define con tres calificativos, malo, inútil, negligente, además le dijo: Por lo menos podías haber puesto el dinero en el banco. La enseñanza es, el banco siempre debe ser tu última opción.

Robert Kiyosaki”s, en su libro “Padre rico, Padre pobre”: Habla de cómo su padre lo formó a él para correr riesgos, y para conquistar, y él dice esto: El pobre ahorra, el rico invierte.

Solamente ese principio, cambia todo tu paradigma y luego agrega: El pobre trabaja por dinero, el rico, el dinero trabaja para él.

No quiero darte, un seminario de cómo ser rico en corto tiempo, esa no es mi idea, lo que realmente quiero dejar en ti, son principios que te activen para siempre.

El pobre ahorra, el rico invierte.

Puedo recordar que cuando éramos niños, y nos llevaban a la playa, y corríamos desde la sombrilla a las aguas, la arena caliente quemaba nuestros pies, y el dolor era tan penetrante que nos hacia correr a gran velocidad.

Hay un momento en la vida cuando el dolor de algún problema se transforma en tu gran aliado, y te hace correr hacia un nuevo escenario, entonces el dolor trabaja a tu favor.

Nosotros los hombres vamos al medico cuando nos duele, el dolor nos imparte una especie de sabiduría que nos lleva a buscar la ayuda del experto.

Yo deseo ver correr a mucha gente a un nuevo campo de acción, y así creo que será.

TIEMPO Y OPORTUNIDADES ACONTECEN A TODOS

Las oportunidades vienen a ti o tú las creas. Siempre me cautivó la historia de David, pastor y Rey, su padre no le dijo aquella mañana hoy mataras a un gigante, simplemente le mando a dejar comida a sus hermanos que estaban en el frente de la batalla, cuando el llegó allí tuvo varias opciones para elegir, como por ejemplo dejar la comida y regresar, quedarse mirando el espectáculo, o decir Goliat no es mi problema, pero el entendió que el problema que nadie pudo resolver era la excusa de Dios para su promoción. Puedo imaginar a David frente al Rey Saúl asegurándole, que el mataría al gigante, se parece a la historia de Juana de Arco, que le aseguró al emperador de Francia que ella conduciría a su ejercito a al victoria.

El problema que nadie pudo resolver era la excusa de Dios para su promoción. Aún frente al gigante, David todavía tenía la opción de regresar a la trinchera, si lo hubiera hecho nadie lo habría juzgado por eso.

Ese es el problema de muchos, que por una omisión y el no arriesgarse, nadie los va a meter en la cárcel, y tampoco habrá un juez que los condene, solo Dios te juzga severamente por no tener éxito, porque el te diseño para eso.

El camino del éxito, tiene muchos eslabones y ningún eslabón es emocionante, ni trascendente en si mismo, pero son una secuencia de pequeños pasos ineludibles. El único riesgo es no correr riesgos.

El único riesgo es no correr riesgos.

Y ahora cabe la pregunta ¿Qué es un riesgo?, es cuado frente a una decisión algo que tu valoras y amas esta en peligro, como por ejemplo, tus finanzas, tu familia, tus relaciones, y tu paz mental. Si todo el mundo estuviera satisfecho consigo mismo, no habría héroes.

En el pasaje bíblico que nos ocupa, lo que el Señor elogia de los siervos eficientes, no es la riqueza sino la administración de ellas. Administrar tu don es más importante para Dios que la riqueza barata, la mayoría de las personas viven en una especie de auto sabotaje, en un subdesarrollo del potencial que poseen.

Si tienes que corregir cosas en tu vida hazlo ahora y no al final de tus días, si tienes que decirle a tu esposa que la amas, hazlo esta noche, si tienes que abrazar a tu hijo, hazlo ya, un día Jesús dijo: “Lo que vas a hacer hazlo pronto”, si quieres tener lo que nunca has tenido, tienes que hacer lo que nunca has hecho, la locura consiste en esperar resultados diferentes haciendo las mismas cosas que hemos hecho siempre.

El lugar más seguro para un barco, cuyo valor es de millones de dólares, es estar amarrado en el muelle, pues allí no hay tormentas, ni ciclones, ni huracanes. Pero el barco no fue fabricado para estar allí, sino para cruzar los océanos.

El lugar mas seguro para un avión boeing 747, que vale millones de dólares, es estar en la loza del aeropuerto, pues allí no hay turbulencias, pero el avión no fue hecho para eso, fue hecho para volar.

Pensando en esto, debes entender que tu zona de comodidad te deja una sensación de vacío e inconformidad demasiado grande, y no se podrás lidiar con eso el resto de tu vida, porque fuiste creado para correr riesgos. Tu vida es muy valiosa y la única manera de dignificarla es con retos grandes, no la abarates. Tu y yo sabemos que no hay nada de emocionante en pagar la cuota del auto a fin de mes, y pagar el alquiler de tu casa, no naciste para eso, sino para ser grandes cosas para Dios. Lucas Marquez

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